Aunque el Mundial de Qatar 2022 aún no comienza oficialmente, varios periodistas colombianos están en el país y han compartido algunos aspectos de la cultura de Catar en sus publicaciones.
Pilar Schmitt, en Noticias Caracol, mostró cómo era comercializar en un mercado cualquiera en Catar.
La presentadora entró al comercio con carro de mercado para averiguar cuánto le costaría añadir otro paquete a su compra. Comenzó en la sección de verduras y frutas, donde se pudieron ver: piña, naranja, manzana, zanahoria, papa, tomate, melón, sandía, guayaba y muchos más.
Schmitt iba tomando algunos alimentos y los metía en el carrito. Mientras lo hacía, reveló algunos de los precios que se manejaban, pues estaban expresados en riales, la moneda del país.
El costo de vida en Qatar es bastante alto, pero ¿cuánto vale hacer mercado en el país que es sede del mundial de fútbol?
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— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) November 17, 2022
La comunicadora encontró estas cosas:
– El kilo del banano costaba 4.75 riales, lo que significa 6.512 pesos colombianos.
– Un paquete de dos tomates del Valle de Coclé cuesta 33.800 pesos colombianos, que equivalen a 24.75 riales.
– Zanahorias en bandeja – 6 riales, alrededor de 8 mil pesos.
– Una cubeta de huevos vale más de 38.000 pesos, cerca de 28 dólares
– El precio de la carne de res asada en la carnicería fue de 39.75 riales, lo cual equivale a unos 54.400 pesos colombianos.
– Jabón para lavar la ropa casi cuesta 4.000 pesos colombianos.
– El arroz cuesta 9.50 riales, cerca de 13.000 pesos colombianos
– Un litro de leche cuesta entre 10.000 y 12.000 pesos colombianos, o sea, unos 7.25 dólares.
– La periodista dijo que había encontrado pandeyucas y buñuelos, pero al acercarse al envase, se dio cuenta de que se trataba de pescado de Tailandia.
La periodista colombiana solo pasó el jabón al cajero, lo que le causó sorpresa.
El comerciante le dijo que le cogiera el resto del mercado, pero la conductora se negó y salió del lugar.
«Pero, ¿por qué no llevo el otro? Porque las ropas sucias se lavan en casa», dijo Schmitt, dejando el resto del mercado en el carro.