El éxito en los resultados para el candidato de la Colombia Humanada, Gustavo Petro, ha desencadenado un mar de dudas.
Si bien su posición e inclinación hacia el polulismo ha representado a millones de colombianos, los cambios que está teniendo para la sengunda vuelta, juegan en contra de algunas posturas anteriores.
Las vueltas que dan las presidenciales
Algunas de las vueltas que ha dado Petro a parte de las votaciones es hablar sobre la «constituyente».
Una de las reformas que proponía el candidato hace 3 meses era reajustar la constitución del 91 en cuanto a la salud, las tierras, la justicia, la educación, la política y el camino claro hacia una economía productiva”.
Sin embargo ha salido en el discurso para su posible elección presidencial que hara respetar la constitución del 91 y no convocará a la constituyente.
Otro de los puntos claves de cambio fue sobre las expropiaciones. Ejemplo claro de este fue su posición frente a «Incauca».
Durante su visita en abril a dicho departamento habló sobre la posibilidad de hacer que esa economía de las tierras por parte de Incauca fueran entregadas al pequeño productor agrario.
Punto de discusión para las dos posiciones que hoy enfrentan las presidenciales, que por parte de la derecha en boca de Marta Lucía llamó eso como expropiación.
Aludiendo al término de narcotraficantes, deliencientes o traquetos los que son «personas naturales» que obligan a vender tierras
Pero en lugar que sea un mando desde el mismo Gobierno no tendría nombre diferente a Expropiación.
Tema de preocupación y división que al día de hoy se retracta diciendo que solo se trata de «una cadena de engaños» hacia las propuestas que el tiene en el tema de la estatización.
¿Por qué se dice y se contradice?
La razones son claras, según lo publicó El Tiempo, el candidato busca acercarse lo más posible al centro para poder limar un poco las asperezas y quitar el temor frente a sus fuertes y antiguas posiciones «contundentes» y poder perpetuarse en el poder